miércoles, 23 de enero de 2013

Mercadillo de Navidad: Homenaje a Robert y Sonia Delaunay


Hacía un par de navidades que en Estudios Solana no se celebraba el tradicional Mercadillo de Navidad, una forma de poner en circulación la obra de los alumnos generando con ello un espacio donde comprar pintura a un precio asequible. Nosotros por supuesto no nos quedamos atrás. Para la ocasión decidimos recurrir al homenaje a una pareja de artistas de vanguardia cuya obra es hoy reconocida en todo el mundo y, por qué no decirlo así, con un importante impulso decorativo.


               

Robert y Sonia Delaunay fueron un matrimonio de pintores nacidos ambos en 1885 y que recorrieron juntos la evolución de su obra a la abstracción. Comenzaron reivindicando la potencia del color como medio y fin en la pintura, especialmente en referencia al cubismo casi monocromo de las primeras épocas. Robert fue un gran estudioso del color, que concebía como recurso expresivo en sí mismo, lo que le llevó a hacer cuadros abstractos, carentes de motivo. Comparaba el ritmo de los colores al de la música, como si ambas disciplinas fueran paralelas en la búsqueda de la armonía. Dieron un nuevo impulso a la abstracción y al cubismo desde el uso del color, creando una corriente que es llamada "cubismo órfico" u "orfismo". Sonia por su parte aplicó su proceder al diseño de moda, de publicidad e interiorismo, haciéndose un nombre en campos variadísimos y llegando a ser etiquetada por algunos como la reina del "Art Decó". Por otro lado, fue la primera mujer en exponer, al final de su vida, en el Louvre de París.










A nosotros nos interesan los lienzos de Robert y Sonia por sus composiciones. Espacios llenos con formas que se entrecruzan, que nunca terminan, en los que no podemos hacer la habitual distinción entre fondo y motivo. Imágenes que parecen motivos decorativos de alfombras o frisos. (No en vano, Robert Delaunay se influenció en sus comienzos por los mosaicos bizantinos). Además de la composición y los colores potentes, rescatamos de estos pintores su pincelada. En muchos de sus cuadros cada color es un solo trazo, una sola marca decidida y firme. Esto es algo que da mucho miedo cuanto más mayores nos hacemos. No es fácil ser preciso de un solo golpe, pero es un gran entrenamiento para la mano. Cada franja de color tiene que ser una sola pincelada, aunque a veces abarque la mitad de nuestro papel. Los movimientos se vuelven grandes y circulares, diferentes al trazo pequeño e inseguro del que teme salirse de los bordes. Pongámonos en situación y veamos el ambiente en el taller de los artistas...











Ahora veamos un poquito del montaje final...
Cómo veis, hemos reutilizado cartones para los letreros y hueveras para los soportes de las pequeñas-grandes obras. Economía de medios y creatividad...






Ante el éxito del ejercicio, hemos vuelto a proponerlo para los talleres de verano, ¡¡disfrutadlo!!


Nieves, 5 años


Elina, 5 años


Pablo, 7 años


Ignacio, 8 años


Alejandra, 10 años

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