Frank Stella es un pintor estadounidense activo desde el final de los años 50, cuando comenzó a mostrar su obra en importantes exposiciones organizadas en su país. Bebe de la abstracción geométrica iniciada por Malevich o Piet Mondrian, y de la enorme influencia que los alemanes de la Bauhaus emigrados por el régimen nazi ejercieron sobre los estudiantes de bellas artes en EEUU. Llevó hasta el extremo la pureza de unas formas que se enfrentaban directamente al expresionismo norteamericano, en cuadros muy detallados, en imágenes precisas y maquinales, siendo precursor claro del minimalismo que llegaría en la década de los sesenta. Su combinación de formas y colores le llevó a cuadros que parecían auténticos logotipos, señales, patrones de diseñadores. Sin embargo, supo adaptar su revolución formal a la gran pintura, influyendo también en los lienzos, que empezaron a adquirir las extrañas formas que marcaban sus diseños. Se acabó el cuadro ventana, el rectángulo que rellenar de forma narrativa: ahora los caprichos formales definen el espacio blanco, el lienzo que ya no está enmarcado.Para nosotros en un buen ejercicio, en primer lugar, de composición. Las formas colman el papel, no deben quedar huecos, y su combinación debe crear formas nuevas y coherentes. Por otro lado, el uso de formas geométricas puras y simples, cuadrados y círculos, en un ejercicio de precisión útil para pequeños y mayores. Y por último...¡Nos encanta usar tantos colores!
Veamos los resultados:
Nieves, 4 años
Fernando, 5 años
Álvaro, 7 años
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